jueves, 11 de octubre de 2012

1º Capitulo ( Eva)


Un mundo lleno de oscuridad, una oscuridad que arrancaba todo; olores, sabores, sensación atmosférica...
Todo es etéreo, nada parece pertenecer a la vida, menos en aquel pico de la torre "Bohemia".
Es como si viviéramos en el mismo mar intentando ver el sol y su cielo con ansias de respirar notando que es aire, lo que nuestros pulmones ahora reclaman. Nuestra ciudad carece de tonos y musical alegre. Pertenece a una depresión tan grande que abarca nuestras almas.
Yo nací ya en este mundo, y al ser así, no conozco otro. Pero mi madre me hablaba de él. Me relataba cuentos e historias hermosísimas. ¡Ojala yo hubiera vivido entonces!
 De todos los relatos que ella me contaba el más especial para mí era "El reino de Evolet": la Diosa más bella del reino, atrapada por su codicia y egoísmo en una torre, donde un hechicero la hizo cautiva, prometiéndole felicidad.
Lo más especial de su relato era que aquella Torre, la Torre "Bohemia", donde actualmente paso mis atardeceres junto a ella y el rio. Es el único sitio donde puedo contemplar reflejados los colores del cielo y del sol.
La Torre es tan alta, que llega a alcanzar  con su pico los cielos dorados y aunque muchas veces intenté encontrar la manera de subir,  después de ver a muchos científicos y magos gastando sus energías en ella, mis intentos fueron patéticos.
Que me guste tanto esa historia, es porque creo en ella. Es la única razón que podría explicar el por qué de que mi mundo se halle sin vida. Y me obsesiona el hecho de que pueda hacer algo y no sepa qué es. Así que me remonto una y otra vez al principio de la historia...

Hace 150 años una noche aterrizó una estrella que se posó suavemente y sin erosionar nada, sobre la tierra del reino "Alármony". De ella salieron destellos de luz y fuego, que contra natura, eran fríos vientos lumínicos que dibujaban movimientos y describían figuras humanas, tan bellas que tan solo con su sombra podían cautivarte. Pero ninguna de esas figuras se formaba del todo. Hasta que entonces, sucedió algo mágico, más aun de todo lo visto entonces; todas aquellas luces se unían poco a poco y formaron la figura de una mujer de gran belleza y cuando parecía que su cuerpo por fin iba a tomar la forma humana definitiva, todo aquello tomó forma de un hermoso bebe. Ella era Evolet la diosa más hermosa de todo el Universo. Tras haber nacido, un joven mago apareció de la nada y supo que para el resto de sus días tendría el cometido de cuidar de ella.
Evolet con 17 años empezó a darse cuenta de su poder sobre el reino. Era adorada y deseada por todos. Y empezó a emplear el poder a su antojo. Así fue como se desencadenó todo. Es en este momento cuando todo comenzó a ir mal...
Evolet iba a casarse con el Dios de la ciudad vecina. Siempre lo aceptó, hasta entonces. Decidió que ella no viviría para hacer felices a los demás sin obtener nada a cambio. El  casarse con él, no era más que un acuerdo matrimonial, pero ahora, no estaba dispuesta a ello. Miles de solteros intentaron cautivar a Evolet que ya no estaba prometida. Esto lo usó para su beneficio. Ella estaba siempre para todos y para ninguno. A todos ellos les hacía creer que eran especiales y tan solo con eso ella podía conseguir de ellos cualquier cosa. Sin embargo, sentía cada vez más y más que algo grande y maravilloso le faltaba y que ninguno de aquellos hombres se lo ofrecían. Supuso que le faltaba ser feliz, feliz del todo.
Una mañana se acercó a su maestro, aquel joven Mago, se había convertido en un gran hechicero temido y adorado por todos. Aunque su poder era inmenso era incapaz de soportar los encantos de Evolet. Pues él la amaba  desde el mismo instante en que nació. Sabía que cuando llegase este momento  no podría negarle nada.
Evolet se acercó a él y lo besó. Su beso no era superficial. Ella transmitía en todo lo que tocaba  un sentimiento real, aunque no lo fuera. Y tras eso, le miró a los ojos regalándole una sonrisa. Ella no le dijo nada pues sabía que él conocía los recovecos de su mente, hasta tal punto, que no era necesario arrancar palabras. Entonces se le cayó una lágrima, agachó la cabeza y susurró  "apologise". Seguidamente se levantó como si estuviera manteniendo un gran peso sobre él y conforme se levantaba más y más,  más se alzaba su voz. De repente su rostro se tornó oscuro y cruel y a sus manos alzadas al cielo llegaban energías que emanaban oscuridad. Mientras llegaban, el hechicero  le susurró a Evolet que se convertiría en la mujer más feliz del mundo entero. De repente, salió de la nada una torre. Mientras esta se alzaba, el mundo iba perdiendo su color, su vida... El mundo temblaba porque aquella fuerza oscura parecía ser el mismo apocalipsis. Una guerra entre el bien y el mal, y todo desaparecía sin opción de retorno. Entonces Evolet asustada gritó en busca de una respuesta. Tan solo fue respondida de un modo en que el hechicero la hizo levitar hasta colocarla dentro de la torre donde sin entender nada comenzó a correr escaleras arriba al tiempo que crecía la torre y se ennegrecía el mundo. Desde allí obtuvo la respuesta. Sería la mujer más feliz, en aquella torre que solo podría poseer ella para disfrutar desde el pico el mundo que no supo valorar. El hechizo se rompería cuando de verdad amase a alguien. Quiso saber por qué le castigaba, y acercándose el hechicero a la ventana de la torre, la besó. Tras eso la miró a los ojos y le regaló una sonrisa.  Ella  le respondió con llanto amargo, que tan solo al escucharlo podías sentir  el vació de su interior, desbordándose en gritos de dolor. Sus lágrimas cayeron formando las ramas que encerrarían del todo su torre.  








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